18/04/18
Llegan a casi 100 los contenedores enviados a Siria
Un ejemplo a seguir de solidaridad de los trabajadores y los pueblos del Estado Español con las martirizadas masas sirias
Desde hace años la AAPS (Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio) envía contenedores con medicamentos, alimentos, mantas, juguetes, ropa, inclusive sillas de ruedas, material ortopédico, entre otros, al pueblo de las zonas liberadas de Siria y a los campos de refugiados al interior de este país.
Gracias al esfuerzo de decenas de trabajadorxs estos contenedores viajan repletos a Siria para ayudar al pueblo, mientras las bombas de Bashar, Putin y EEUU caen sobre ellos.
En los años que lleva la AAPS enviando ayuda, varios de sus camiones han sido bombardeados por el régimen y Putin. Hace tan sólo un año y medio atrás un convoy con ayuda humanitaria sufrió el ataque de Bashar y sus aliados y uno de los choferes fue asesinado.
Ellos, junto a otras organizaciones de sirios en el exterior como la Asociación Palmira de Málaga o Ass. Insiema per la Siria Libera de Italia, envían como pueden la ayuda humanitaria que consiguen con gran esfuerzo de decenas de trabajadores.
Son un gran ejemplo que deberían seguir los sindicatos de Europa y el mundo, organizando colectas, votando en asambleas aportar un jornal por obrero para ayuda humanitaria al pueblo sirio.
Lamentablemente vemos a organizaciones que siguen insistiendo, después de 7 años, en que sea la ONU, es decir, la “comunidad internacional” la que resuelva los padecimientos inauditos del pueblo sirio. Lo que esa “comunidad internacional” envió, bajo el mando de las potencias opresoras fueron tropas que invadieron Siria para masacrar a su pueblo. Los yanquis y Francia lo hicieron en Raqa y Deir ez Zor (luego de retirar de forma ordenada a sus hombres del ISIS). Turquía lo hizo en el oeste del Éufrates y Afrin. Ellos mandaron a Rusia, junto con Al Assad, a bombardear a mansalva las ciudades sirias y reducirlas a cenizas. Ellos mandaron a la teocracia iraní como guardia pretoriana del genocida Bashar.
La ONU con sus ONG entregan “ayuda humanitaria” en cada ciudad rebelde, como leche, medicamentos y algo de pan a cambio de la rendición de la resistencia y de todo sirio que enfrente al régimen. Al Assad y Putin ponen la pistola en la sien del pueblo sirio atormentado y la ONU solo va a imponer la rendición.
Las ONG, como ya se denuncia en todos los campamentos de refugiados, por un mendrugo de pan violan a las mujeres y las niñas.
Estas ONG le entregan los medicamentos y alimentos a los hombres de negocios del ESL, que los acaparan y los venden en las zonas liberadas. Esa es la ayuda de la “comunidad internacional”, que ha garantizado 600.000 asesinados y dejar en carpas en el desierto a 15 millones de sirios.
Las masas sirias que sufren la masacre, la miseria y padecimientos inauditos se merecen mucho más que un mendrugo de pan que nunca llegó ni llegará de la mano de los poderosos.
Los señores de Wall Street y de la city de Londres forman, junto al Bundesbank, la Legión Extranjera francesa y los asesinos de Rusia y China, esa cueva de bandidos de la ONU. ¡Y todavía hay organizaciones que se dicen de izquierda que siguen insistiendo en que se compadezcan y manden ayuda humanitaria, cuando son los mismos que matan al pueblo sirio! EEUU va a llevar “ayuda humanitaria” a Siria cuando muera el último niño de Idlib, de Ghouta y de Douma y cuando caiga el último de los milicianos que luchó por el pan y la libertad. EEUU y el Maastricht de las potencias europeas van a llevar “ayuda” a Siria para hacer el más grande y fastuoso negocio de Medio Oriente, que ya ven venir… el de la reconstrucción de un país devastado, para lo cual se necesitarán 200 mil millones de dólares.
La triste verdad es que la única ayuda humanitaria que sí llegó fue la de miles de trabajadores europeos que abrían las puertas de sus casas para darles un techo a los refugiados que irrumpían en Europa por las carreteras. Los miles de jóvenes que acudían a las islas griegas a socorrer a los refugiados y marchaban al grito de “¡Abran las fronteras!” y los defendían de los ataques de las bandas fascistas como Amanecer Dorado de Grecia.
La única ayuda humanitaria que llegó a Siria, fue la de los refugiados que, en el exterior, como podían y con la ayuda de otros explotados, recaudaban lo que podían de mantas, colchones, comida y medicinas para enviar a los campos de refugiados.
Desde Madrid el pueblo sí ha enviado ayuda humanitaria, hace años junta ropa, comida, mantas y medicamentos que llegaron al Alepo cercado y hoy al Idlib asediado. Nuestra organización ha cargado cajas junto a ellos en Madrid. Hemos luchado por la ayuda y la solidaridad con los refugiados en Grecia, Francia, Alemania, América Latina y África, poniendo el hombro para que viva y pueda seguir combatiendo la resistencia siria y para que los familiares de los mártires y sus niños no mueran de hambre.
Miles de jóvenes rebeldes ganaron las calles para abrir las fronteras y defender a los refugiados en Grecia, España, Alemania… mientras las burocracias sindicales y la izquierda traidora europea sostenía al perro asesino Bashar Al Assad.
Nuestra organización ha hecho propuestas a todas las corrientes obreras y los sindicatos que se dicen defensores de la revolución siria, como Conlutas de Brasil y la Red Sindical Internacional que integra junto a los “anticapitalistas” de Solidaires de Francia y otros agrupamientos sindicales hermanados con ellos como la CGT española. Estos sindicatos agrupan a millones de trabajadores en el mundo. Nosotros llevamos mociones concretas de apoyo a las masas sirias a sus congresos. Propusimos que en asambleas de los sindicatos se vote juntar un jornal –por el valor de una hora de trabajo- por cada obrero para hacer un fondo de solidaridad con el pueblo sirio. Los refugiados y la resistencia necesitan medicamentos, alimentos no perecederos, médicos, enfermeros y armas para luchar.
La clase obrera mundial, por burócratas sindicales traidores que sostienen al genocida Al Assad o que apoyaron tan solo de forma testimonial a la revolución siria, no ha podido llegar con solidaridad y voluntarios para luchar en Siria, como sí lo hizo en la guerra civil española. Hoy la historia sería muy distinta si esto hubiera pasado.
La nueva burguesía cubana, los hermanos Castro, dicen haber mandado 2000 médicos a Siria, lo que ya de por sí es una mentira… Y si mandaron alguno es para curar a los “niños bien” y trabajar en los countries de la millonaria burguesía alawita, pero muy lejos de los campos de refugiados de Jordania, Turquía, Líbano y de los desplazados internos de Siria… porque allí se grita –como en las ciudades rebeldes- “el pueblo quiere la caída del régimen”, “que la revolución vuelva al pueblo”, “que se unan las brigadas y se abran los frentes”.
Centenares de médicos y enfermeros de todo el mundo se ofrecieron a ir a los campos de refugiados y a la Siria ensangrentada. Pero el carnicero Erdogan, el estado sionista de Israel, la autocracia jordana y el gobierno de Líbano se negaron a abrir las fronteras.
Pese a todo, la solidaridad con el martirizado pueblo sirio es posible, si multiplicamos por mil las luchas en las calles contra el genocida Al Assad y por que se abran las fronteras, en primer lugar, la de Jordania, Turquía y los países vecinos, para que se organice y se abastezca no solo la resistencia sino también todo el pueblo hambriento de Siria, sometido por el régimen asesino de Bashar Al Assad y los aliados.
Es hora de que los así llamados “anticapitalistas” y “socialistas” que dicen apoyar a la revolución siria pasen de las palabras a los hechos. Que dejen de estar de rodillas ante esa cueva de bandidos de la ONU o, como hace en Francia el NPA, pidiéndole al gobierno de los asesinos de la V República, que libere al pueblo sirio, cuando son los leones que buscan afanosamente comerse a la presa.
En Inglaterra, el SWP inglés y su corriente internacional la IST, que condenan el ataque de Al Assad a su pueblo, no hacen más que sacar puras declaraciones. Ellos están en un frente político y electoral con Corbyn y el Partido Laborista, que sostienen abiertamente al genocida Al Assad, al cual lo fue a visitar.
Si las palabras tuvieran que ver con los hechos, hace rato ya hubiera quedado claro que los “anticapitalistas” miran para otro lado cuando se trata de llevar solidaridad concreta a las masas martirizadas de Siria.
Ya pasaron 7 años. Está el recuerdo del convoy a Gaza que salió desde Inglaterra con la solidaridad de los sindicatos y las organizaciones obreras con el pueblo palestino. Nada ha salido de estas organizaciones para Homs, Daraa, Ghouta, Alepo, Idlib…
Solo el pueblo, los pobres, los trabajadores son solidarios con ellos mismos. Ahí vemos al pueblo de Idlib -acusados de terrorismo y de miles de delitos con los que se intenta justificar la feroz agresión de Al Assad, Rusia y EEUU- que recibió en sus casas a los refugiados de Ghouta y Douma. Compartieron su pan y su mesa. ¿Y la ONU? Solo llevó carpas para alojar a los desplazados en el desierto.
La ayuda humanitaria que necesita el pueblo sirio es romper el cerco a su revolución, ganar las calles por millones, porque si Al Assad pudo avanzar en semejante genocidio es porque cínicos, corruptos y traidores en todo el mundo hicieron pasar a las masas sirias como los enemigos de la clase obrera mundial, cuando en realidad son sus más grandes aliados. Ellos hicieron aparecer como amigos a sus verdugos, la cueva de bandidos de la ONU, la de los “aliados”, la de Yalta y Postdam, la que fundó al estado sionista de Israel, la que legitimó a todas las dictaduras genocidas del planeta desde que se reunió en su primera sesión para defender los intereses de la oligarquía financiera mundial.
¡Ya no se puede esperar más! En Europa cientos de miles de refugiados sirios se encuentran confinados en verdaderos campos de concentración y/o siendo utilizados por las transnacionales imperialistas como mano de obra esclava. ¡Que todos los sindicatos afilien como miembros honorarios a los refugiados sirios y a todos los trabajadores inmigrantes en Europa! Luchemos por que se abran las fronteras; por papeles y derechos de ciudadanía, laborales y sindicales para todos los inmigrantes y refugiados; y por igual trabajo, igual salario.
Los sindicatos y las organizaciones obreras son las que deben organizar la solidaridad con los refugiados. ¡Basta de ONG que lucran con el martirio de los explotados confinados en campos de concentración!
¡No podemos perder más tiempo! ¡La resistencia y los explotados sirios necesitan imperiosamente que avancemos por este camino! ¡Nada lo impide!
¡Estamos a tiempo! Organicemos un Comité Internacional de solidaridad con los explotados sirios y llamemos a todas las organizaciones obreras, de derechos humanos, intelectuales, a la juventud rebelde, al movimiento de mujeres que viene de protagonizar un enorme paro general el 8 de marzo en todo el mundo, a todos los movimientos anti-imperialistas, a ponerlo de pie en común!
Democracia Obrera – Estado Español |
|